El bebé puede descansar sobre la almohada, siempre que el bebé tenga más de tres meses. Debido a que la cabeza, el cuello y la parte posterior del hombro del bebé están al mismo nivel dentro de los tres meses, no hay necesidad de almohadas. Tres meses después, se forma gradualmente la curvatura fisiológica de la columna vertebral del bebé. En este momento, darle una almohada al bebé ayuda a mejorar la comodidad. Al mismo tiempo, cuando el bebé duerme, ayuda a mantener las vías respiratorias suaves y mejora la calidad del sueño. La almohada también ayuda a la forma de la cabeza del bebé a dormir, evita la desviación de la cabeza y es beneficiosa para el crecimiento y el desarrollo del bebé.