Hoy en día, muchos padres les dan a sus hijos productos costosos para el cuidado de la salud o antibióticos para mejorar la inmunidad de sus hijos. Sin embargo, la forma más saludable es cultivar buenos hábitos de vida en sus hijos para mejorar su inmunidad.

1. Equilibrar el

Si los padres quieren mejorar

2. Beba más agua

Beber más agua puede mantener la membrana mucosa húmeda y construir una importante línea de defensa contra las bacterias. Recuerda llevar una botella de agua cuando saques a los bebés al aire libre , para que puedan beber siempre que tengan sed. Asegúrese de darle a su bebé agua hervida , y no se recomienda una variedad de bebidas azucaradas.

3. Haz más ejercicio

Los niños a los que les gustan los deportes tienden a gozar de buena salud y tienen una fuerte resistencia. De hecho, los hábitos deportivos de los niños se pueden cultivar desde una edad temprana y los deportes se pueden penetrar en cada detalle de la vida. Antes de que el bebé aprenda a caminar, los padres deben limpiar un ambiente seguro y alentar al niño a acostarse y trepar más. Después de que el bebé aprenda a caminar, los padres pueden permitir que el bebé camine y corra tanto como sea posible. Los fines de semana, lleve a sus hijos a parques con aire fresco y hermoso entorno cercano. Deje que los niños entiendan que el ejercicio es tan importante como comer y dormir.

4. Obtenga una prueba regular

Es mejor que los padres registren el consumo diario de leche y el tiempo de sueño del bebé desde el día en que nació, y se esfuercen por cultivar una rutina diaria regular a medida que el bebé crece día a día.

5. Tener una buena higiene _

Los padres deben prestar atención a capacitar a sus hijos para que formen buenos hábitos de higiene, especialmente antes y después de las comidas, deben dejar que sus hijos se laven las manos para evitar que entren enfermedades por la boca.

6. Masajea la piel

El masaje provoca una serie de reacciones benignas de los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico de todo el cuerpo a través de la estimulación leve de los sentidos de la piel, que pueden promover la secreción de hormonas gastrointestinales, ayudar a aumentar la ingesta de alimentos del bebé , promover la digestión y absorción de alimentos. y excreción, y acelerar el aumento de peso. Al mismo tiempo, el masaje también puede activar los músculos de todo el cuerpo del bebé para fortalecerlo. Además, la irritación de la piel tiene un impacto directo e indirecto en la mejora de la inmunidad de los bebés, lo que es beneficioso para el desarrollo físico y mental saludable de los recién nacidos.